TIC

Las TI llevan varias décadas incorporándose progresivamente tanto al mundo empresarial como en los hogares. Esto ha transformado la manera en la que vivimos, nos relacionamos, realizamos el trabajo, organizamos nuestra actividad y disfrutamos de nuestro ocio.
El acceso ubicuo a información o mantener la comunicación con otras personas y grupos sociales es algo cotidiano del mundo Digital hacia el que vamos. Esta digitalización no sólo incorpora a las personas, sino que los objetos también forman una parte activa de esta red.
Este mundo digital basado en las TIC, que se perfila con nitidez y extiende a nuevos ámbitos de modo acelerado, abre un mundo de riesgos y posibilidades en el entorno empresarial.
Atrás quedan varias décadas de permanente apuesta por incorporar las TIC en el back-office empresarial para mejorar la eficiencia, productividad y capacidades analíticas de gestión. En algún momento del pasado esto trajo consigo una ventaja competitiva. En la actualidad una empresa sin soporte de las TIC en sus procesos internos tiene un hándicap competitivo.
Durante estos años, el rol de las TIC de las empresas ha evolucionado. En los años 90, éramos “Constructores”, gestionando todo el ciclo de vida y recursos para la “construcción y prestación del servicio”. En la primera década de este siglo, el rol evolucionó a “Integradores” con foco en la gestión de proyectos y la composición de servicios, apoyándose parcialmente en recursos externos.
En esta década, el rol está deviniendo en “Facilitador”, buscando la cogeneración de Sistemas de información con el negocio y haciendo foco en la búsqueda de servicios externos, su orquestación con las capacidades internas y un claro foco en el “delivery” ágil de soluciones.
Al parecer, las TIC llegaron para quedarse y nadie está ajeno a los cambios que trae consigo, más aún en el mundo de los negocios, ya que los especialistas han indicado, en más de alguna ocasión, que quien ignore el potencial de las TIC estará alejado del éxito empresarial.